Who Am I ? (9 - 12)
Quién Soy Yo (13 - 15)
Quién Soy Yo (1 - 8)

Quién Soy Yo (9 – 12)

 

Las Enseñanzas de Sri Ramana Maharshi

28 Preguntas y Respuestas

¿QUIÉN SOY YO?


9. ¿Qué senda ha de seguir la indagación para reconocer la naturaleza de la mente?

Lo que surge en el cuerpo como “yo” es la mente. Si uno indaga de dónde surge primero el “pensamiento yo”, descubrirá que surge en el corazón (hridayam). Tal es el lugar donde se origina la mente. Incluso, si uno piensa constantemente “yo, yo”, será conducido a ese lugar. De todos los pensamientos que surgen en la mente, el “pensamiento yo” es el primero. Sólo después que ha surgido éste aparecen los otros pensamientos. Después de la aparición del pronombre de la primera persona, aparecen los pronombres de la segunda y la tercera persona; sin el pronombre de la primera persona, el de segunda y tercera no existirían.

 

10. ¿Cómo aquietar la mente?

Mediante la indagación “¿Quién soy yo?”. El pensamiento “¿Quién soy yo?” destruirá todos los otros pensamientos y, tal como al final se quema el palo que se usa para atizar una pira funeral, finalmente también se destruirá. Entonces surgirá la realización del Ser.

 

11. ¿Cuál es la manera de tener constantemente presente el pensamiento “¿Quién soy yo?”

Cuando surgen otros pensamientos, no se ha de ir en pos de ellos, sino que debe uno preguntarse: “¿A quién se le ocurrieron?”. No importa cuántos pensamientos surjan; a medida que aparezcan, uno ha de preguntarse con diligencia: “¿A quién se la ha ocurrido este pensamiento?”. La respuesta que aparezca será: “A mí”. Si a continuación uno pregunta: “¿Quién soy?”, la mente regresará a su fuente, y el pensamiento que había surgido se aquietará. Con la continua repetición de esta práctica, la mente adquirirá la habilidad de permanecer en su fuente. Cuando la mente sutil sale a través del cerebro y de los órganos sensoriales, aparecen las formas y nombres burdos; cuando permanece en el corazón, las formas y nombres desaparecen. No dejar que la mente salga y retenerla en el corazón es lo que se llama “interiorización” (antarmukha). Dejar que la mente salga del corazón es lo que se conoce como “exteriorización” (bahirmukha). De tal manera, cuando la mente permanece en el corazón, el “yo”, que es la fuente de todos los pensamientos, desaparecerá, y resplandecerá el Ser que siempre existe. Haga uno lo que hiciere, se debe prescindir del “yo”. Si uno actúa de esa manera, todo aparecerá de la naturaleza de Dios.

 

12. ¿No hay otros medios para silenciar la mente?

Aparte de la indagación, no hay otro medio adecuado. Si por algún otro medio se intenta controlar la mente, parecerá que ésta se halla controlada, pero volverá a funcionar de nuevo. La mente se aquietará también mediante el control de la respiración, pero sólo se mantendrá acallada mientras se tenga la respiración controlada, ya que cuando ésta vuelva a su movimiento natural, también la mente empezará a moverse y a divagar como impelida por impresiones residuales. Para la mente y para la respiración, la fuente es la misma. El pensamiento, de hecho es la naturaleza de la mente.

“Yo” es el primer pensamiento de la mente, y eso es la egoidad. De allí donde se origina la egoidad se origina también el aliento. Por consiguiente, cuando la mente se acalla el aliento está controlado, y cuando la respiración está controlada, la mente se acalla. Pero en el sueño profundo, aunque la mente se acalle, la respiración no se detiene. Esto se debe a la voluntad de Dios, para que se pueda preservar el cuerpo y otras personas no tengan la impresión de que está muerto. En el estado de vigilia y en el desamadhi, cuando la mente se acalla, la respiración está controlada. El aliento es la forma burda de la mente. Hasta el momento de la muerte, la mente mantiene el aliento en el cuerpo; y cuando el cuerpo muere, la mente se lleva consigo la respiración. Por ende, ejercitar el control respiratorio no es más que una ayuda en el empeño de acallar la mente (manonigraha), pero no llegará a destruir la mente (manonasa).

Tal como la práctica del control respiratorio, también la meditación sobre las formas de Dios, la repetición demantras, las restricciones en la alimentación, etc., no son más que ayudas para acallar la mente.

Al meditar sobre las formas de Dios y mediante la repetición de mantras, la mente se vuelve unidireccional. La mente siempre quiere andar vagabundeando. Tal como cuando a un elefante se le da una cadena para que la lleve en la trompa, echará a andar aferrando la cadena y no vagabundeará; también así cuando la mente está ocupada con un nombre o una forma se aferrará a eso y nada más. Cuando la mente se expande y toma la forma de innumerables pensamientos, cada pensamiento se debilita; pero cuando los pensamientos se disuelven, la indagación del yo se facilita. De todas las reglas restrictivas, la mejor es la que se relaciona con el consumo de alimentos sátvicosen cantidades moderadas; si se observa esta regla, se incrementará la cualidad sátvica de la mente, y eso será útil para la indagación del yo.

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