Quién Soy Yo (13 – 15)
Las Enseñanzas de Sri Ramana Maharshi
28 Preguntas y Respuestas
¿QUIÉN SOY YO?
13. Las impresiones residuales de los objetos aparecen incesantemente como las olas en el océano. ¿Cuándo serán eliminadas?
A medida que la meditación sobre el Ser vaya elevándose, serán destruidos pensamientos e ideas.
14. ¿Es posible que las impresiones residuales de los objetos que vienen, por así decirlo, desde más allá del tiempo, se disuelvan, y que uno permanezca como el puro Ser?
Sin ceder a la duda ni preguntarse ¿es o no es posible?, uno debe atenerse persistentemente a la meditación sobre el Ser. Aun si se fuera un gran pecador, no debe uno preocuparse y gemir, preguntándose cómo podrá salvarse siendo tan gran pecador; se ha de abandonar por completo la idea de “soy un pecador”, para concentrarse intensamente en la meditación sobre el Ser; entonces seguramente uno tendrá éxito. No hay dos mentes, una buena y otra mala; la mente no es más que una. Las que pertenecen a dos géneros, uno auspicioso y otro que no lo es, son las impresiones residuales. Cuando la mente está bajo la influencia de impresiones auspiciosas, se dice que es buena, y cuando sufre la influencia de impresiones poco propicias, se la considera mala.
No se ha de permitir que la mente se extravíe entre los objetos mundanos y los asuntos de otras personas. Por malas que puedan ser otras gentes, no se ha de albergar odio hacia ellas. Hay que renunciar tanto al odio como al deseo. Todo lo que uno da a los otros, se lo da a sí mismo. Si esta verdad se entendiera, ¿quién no daría a los demás? Cuando nuestro yo surge, todo surge; cuando nuestro yo se acalla, todo se acalla. En la medida en que nos conduzcamos con humildad, en esa misma medida resultará el bien. Si se logra acallar la mente, uno puede vivir en cualquier parte.
15. ¿Durante cuánto tiempo se ha de practicar la indagación?
En tanto que en la mente haya impresiones de los objetos, será necesario seguir indagando “¿Quién soy?”. A medida que surgen, se han de destruir los pensamientos, sin demora y en el lugar mismo de su origen, mediante la indagación. Si uno recurriera a la contemplación incesante del Ser, hasta conquistarlo, con eso solo bastaría. Mientras haya enemigos en el interior de la fortaleza, continuarán defendiéndola; si se los destruye a medida que van saliendo, la fortaleza caerá en nuestra manos.
He is My Guru inside
Do not need any more, we are One.